Hay que ver que poco claros son los jefes. A veces...
Dentro de poco se celebra el día del Maestro. Qué bien. Menos mal que tenemos días para todo. Así nunca nos aburrimos de ser lo mismo. A mí personalmente me encanta ser Árbol. Cuando no hay perros cerca... También me gusta el día de la Bestia, con todos los animalitos maltratados que hay por ahí... El día de Ayer, el día a Día, el día de Mañana, que cuando cae sábado es mi favorito, el pan nuestro de cada día, y muchos días más que no recuerdo en este preciso instante. Y los días que no son nada, me dedico simplemente a ser o no ser, como William Hamlet.
Por el día del Maestro, el jefe organiza siempre una cena. Así que, sin ton ni son, me llegó la siguiente circular:
Para los que hacemos N:
La comida del día del maestro mezclará tradición y modernidad. La tradición la pondrá el sitio: será aquí, en el colegio. La modernidad, la comida: la hará El Drago, de Carlos Gamonal. Después, baile, barra libre, huevos con chorizo...
El día, el jueves 3 de diciembre, que así da tiempo a descansar después. La hora, a partir de las 21.30.
Recuerda que todos, aquí, somos maestros. Todos somos capaces de enseñar y aprender.
Responde por el conducto habitual.
- Iré a la cena del día del Maestro.
- No puedo ir, y mira que me da rabia.
- Mi actual pareja irá conmigo.
- O no tengo o la dejo en casita.
Me quedé mirando la circular con ojo cítrico y avizor. Y mientras me preguntaba en qué tamaño de copa servirían los huevos con chorizo, me di cuenta de lo complejo de la situación. ¿Responde por el conducto habitual...? ¿Qué querría decir mi jefe con esta afirmación...? Repasé mentalmente todos mis conductos habituales. El auditivo, el lagrimal, el nasal, la uretra y el intestino. Y me asaltaron miles de preguntas, a cual más profunda y poco esclarecedora. ¿El papel es soluble? ¿Por qué la circular no es redonda? ¿A cuál de todos mis conductos se estará refiriendo el jefe? ¿Cuánta celulosa puede contener una circular rectangular? ¿A qué sabe el papel?
Agobiada y sin resuello, le mandé una nota a mi coordinador. "¿Qué conducto vas a usar tú... ? " Seguro que le dio vergüenza decirme la verdad, porque al cabo de un rato pasó por mi ventana riendo y desapareció por el patio. Y allí me quedé yo. Rodeada de treinta niños silvestres, con la circular rectangular en la mano y pensando, por una vez, qué hacer. Debido a mi escasa y prominente sagacidad, hallé una solución rápida y efectiva. Cogí un bolígrafo, me senté en mi mesa y escribí lo siguiente de mi puño y letra. Pero con la mano...
"La cena del Maestro, o la tengo o me quedo en casita. Y mira que me da rabia..."
Qué frase tan sencilla y elegante. Seguro que cuando al jefe le llegue mi respuesta me va a ascender. Aunque todavía no sé a dónde. Total que aquí estoy. Con la circular entera, la respuesta escrita y pendiente de elegir un conducto habitual... Y estoy desesperada. Porque la circular no me cabe en la nariz, ni en la oreja... ¡Y mucho menos me entra por los ojos...! Así que no me va a quedar otro remedio que...
No sé... A lo mejor no le gusta mi respuesta...
Espejo
Hace 17 horas