El día que pensé, hace ya años, que podía arreglármelas perfectamente sin un hombre, supe que mi vida necesitaría un cambio. Así que decidí comprarme un taladro.
El taladro es un instrumento muy antiguo. Desde tiempos inmemorables el hombre se ha dedicado a hacer agujeros. O argollas... Pero como entonces no necesitaban cuadros porque ya tenían pinturas rupestres, practicaban con los cráneos. También taladraron la rueda, con su bonito agujero en el centro. Ventanas, puertas, anillos, vasos, tazas, coladores... En fin, que todo lo susceptible de ser taladrado, se taladró. Y así siguieron, taladrando. Hasta hoy en día, que tenemos el donut.
Lo cierto es que si los antiguos sabían usar el taladro ¿cómo es posible que una mujer de este mismísimo siglo no se atreviera? Me puse manos a la obra y empecé a pensar. Primero me conté las manos y después le eché un vistazo a mi casa. Todo cuadraba. Tenía dos manos ¡y una casa llena de paredes! ¿Qué más podía pedir?
Dicho y hecho salí a comprar. Mi taladro no podía ser cualquier cosa. Quería un taladro de última generación. Con su enchufe, sus brocas, su interruptor y su forma de pistola. Y de una buena marca. ¡Faltaría más! ¡No me iba a conformar con un taladro Carrefour! Así que, después de estudiar con cuidado todo lo que me ofreció el dependiente, me quedé, si mal no recuerdo, con un taladro Pikolín. Especialista en descanso. ¡Justo lo que yo necesitaba!
Salí de la tienda orgullosa de mí misma, con mi Pikolín, dos paños de cocina, una tostadora y tres vídeos de Art Attac. Para ponerme al día. Una vez en casa me surgió una duda. ¿Dónde haría mi primer agujero? Elegí la entrada. Por si algo salía mal... Y así, silbando como un carretero, me preparé para la ardua tarea de colgar un perchero. De pared... ¡Ya nadie me iba a parar!
Subí a duras penas la escalera de tres peldaños. El taladro en una mano, la broca en la otra y el cable colgando. Al más puro estilo cerrajero atornillé la broca, solté el taladro, bajé tres escalones, enchufé el aparato, me subí a la escalera, cogí el taladro, apunté a la pared y por fin... ¡apreté el gatillo! ¡Qué maravilla! ¡Sabía taladrar! ¡Yo sola! Empujé con todas mis fuerzas y el taladro se hundió en la pared hasta el tope. Lo saqué un poco y lo volví a meter. Y así varias veces, de tan contenta que estaba con mi nueva habilidad. Penetrar una pared es toda una gozada. Te hace sentir fuerte, poderosa, dominas la situación, embistes, empujas... En fin, que entiendo un poco más a los hombres.
Y en eso estaba, metiendo y sacando la broca con todas mis ganas, cuando me acordé que tenía que colgar el perchero. Así que saqué el taladro y me dispuse a admirar mi recién hecho agujero. ¡Pero, no había agujero! ¡Sólo había una pared con una broca clavada! En un principio pensé que era una broca multiusos. Así que intenté colgar el perchero de la broca. Pero después me lo pensé mejor. La broca era demasiado grande para colgar el perchero. ¡Maldición! ¡Me había equivocado de medida!
Subí la escalera con el taladro todavía en la mano. Miré a la broca con odio, alargué el brazo y la cogí. ¡Todo el fuego del infierno se concentró entonces en mis dedos! ¡La broca estaba ardiendo! ¡A quién se le ocurre vender una broca caliente! Pensé en denunciar al dependiente, pero lo único que pude hacer fue dar un alarido, lanzar la broca al aire y soltar el taladro, que cayó directamente en mi pie, dejándome los dedos contrahechos. Bajé elegantemente la escalera, fui a la cocina cojeando y metí la mano en agua fría. No pasa nada, me dije entre humo y humo, ya tienes tu agujero.
El perchero quedó cerca del techo. Así que tuve que hacer tres agujeros más para que alguien de estatura normal pudiera usarlo. Pero no importa. Ya soy experta. A partir de entonces mi casa está irreconocible. ¡Hay agujeros por todas partes! En la sala, en la cocina, el dormitorio ¡e incluso en el baño! Es que cuando me empeño, no hay quién me gane en efectividad.
Y si a alguien le sobra un cuadro...
La tarde que jugué con la selección (y 2)
Hace 11 horas
35 comentarios:
¡Cómo te entiendo!
El día que estrené mi taladro supe que la vida había cambiado para mí.
Mi siguiente descubrimiento fue el destornillador eléctrico... el no va más!
En fin... ¿quién necesita un hombre?
Besos.
Ya sabía yo que a tí no hay taladro que se te resista. Un beso.
"En fin... ¿quién necesita un hombre?"... Bueno, necesitarnos lo que se dice necesitarnos... No sé, supongo que alguien que tenga un tarro sin destapar...
Ahora, yo me conformo con que me quieran, aunque no me necesiten...
Has creado una nueva tendencia en decoracion de interiores!!!
Pero solo espero que tus agujeros no sean lo suficientemente profundos para que todos los vecinos te esten viendo a traves de ellos... Jajajaa!!!
Un besoteee
Yo nunca he usado un taladro, más que nada porque mi padre es el que se encarga de esas cosas y no me deja probar a mí (por qué será...).
Míralo por el lado positivo. Si te regalan cuadros, ya no tienes que hacer los agujeros, porque están ya hechos. ¡¡¡Has adelantado trabajo!!!
Un besote!!!
Las anécdotas de taladros y taladradores taladrados que no hay quien los desentaladre son ya toda una categoría para todos los monologadores de clubes de la comedia o similares, nada nuevo bajo el sol, y sin embargo...¡qué arte tienes!
La próxima tendencia es sobre varones desesperados aprendiendo a usar la olla express para hacer el cocido, te lo digo por si quieres irte anticipando
Toda mi vida he buscado un agujero donde esconderme. Madre mia, si seré torpe que no habia caido en lo del taladro Pikolin. Irresistible agujero.....que ya te contaré.
¡Un beso, artista!
Niña, de la mudanza me han sobrado unos cuatro cuadros que no voy a poner, así que te espero a que vengas a recogerlos cuando gustes y no te preocupes, con masilla se van tapando los agujeros que sobren, si se aprende a todo, incluso a taladrar igual que los fortachones, ¡si no se resiste naica a una mujer!
La primera vez podemos fallar, pero sabes de algún hombre que no haya sufrido algún gatillazo?
Besicos preciosa.
A mi todavía me hace falta el hombre y eso que tengo taladro (y lo controlo fenómenl) para el tema "coche"....para mi en eso es fundamental tener un hombre....
Una vez hice un agujero con un taladro. Me quedó muy bonito, tanto que empezó a salir un chorrito de agua. Pensé..yo quería poner un enchufe y me salido una fuente, que bien.. El caso es que había roto la tubería de la calefacción y arreglarlo me costó un dineral.
Ya no tengo taladro. Que se fastidie, por listo.
Como siempre, genial.
Besos
¡Pensar que yo que me consideraba intrépida no me he atrevido jamás. Menos mal que tengo una hija, mi hija Sandra, que no se le pone nada por delante y hace unos agujeritos preciosos...
Estás genial, como siempre tienes una gracia que no se pue aguantá (como dicen por Andalucía).
Un abrazo.
Raquel: Destornillador eléctrico? Yo también tengo!!! Lo que pasa es que perdí el cargador...
Susana: Ni pared...
Necio Hutopo: Bueno, para algo tendrán que hacer falta los hombres... Es que si no no me lo explico... Que sí...que te quiero mucho...!
Acoolgirl: Sí. Tendencia al desplome! Si es que dentro de poco habrá más agujeros que pared!
Señor Oscuro: Pues mi padre sí me deja. Más que nada porque no está aquí. En la isla...
Cieso: Por qué te sale un 1 en el nombre últimamente? Olla express? Ay, si yo te contara...
Bueno señores, un beso grande y desde luego, muchísimas gracias.
Rosadesastre: Sí. El Pikolín es único como taladro de descanso. Te lo aconsejo para los fines de semana, hace unos agujeros grandiosos!
Nani: Si me llevo los cuadros me invitarás a una de tus cenas? Con postre, eh?
Pilar: Hooolaa! Pero dónde estás metida! Te echaba de menos! Pues Pilar, yo para eso del coche me las arreglo con una grúa, que me deja en casa y me sale gratis!
Instigador: Jajaja! A un amigo mío le pasó lo mismo, pero le salió un chorro de agua hirviendo que le dejó el brazo color salmón! Pobre...
Franziska: Calla calla, que cada vez que voy a hacer un agujero tiemblo toda de arriba abajo... Con razón no apunto nunca bien!
Un abrazo muy grande a todos y muchísimas gracias por pasar por aquí!
Si es que fo... y taladrar todo es empezar!
la chica de ayer: Jajaja! menos mal que lees entre líneas... Estaba empezando a dudar de mis capacidades!
Un besote preciosa, y muchas gracias!
El meme para el que te "nominé" está en mi entrada del 5 de mayo. Por cierto, cuándo voy a estar en tu lista de favoritos????
La chica de ayer: Ecco fatto!
Besotes!
muy bien, yo tambien se taladrar pero lo que a mi me gusta de verdad, es que me taladren!! ;) (desatada)
Eso está hecho. Cena con postre. Escoge alguno de los que hay abajo del todo de mi blog, y si no te gustan esos, podemos escoger otros, por ejemplo: "Tiramisú, Almojábanas o trufas, etc."
Besicos guapa
Si, pero hay que tener cuidado con el taladro porque según que cosas no se pueden hacer con él, jajaja...
Muuuuacks!
A mí lo único que me hace falta es un taladro... si te lees el post de hoy, me entenderás...
Tengo más peligro que una piraña en un bidé.
:D
Yo es que siempre he considerado que puedes manejar cualquier tipo de herramienta; y cuántas veces habrás oído aquello de "no me taladres". ¿Sabes si todavía se utiliza ésa expresión? Yo hace mucho que no la oigo.
Es verdad, estos aparatos infernales han sido creados con el único propósito de relegarnos a los hombres a la categoría de objeto decorativo.
Aunque, todo sea dicho, uno, que es torpón, siempre ha de recurrir a la ayuda de un amigo manitas para tales menesteres.
Divertídismo porst.
En mi casa y en mi caso es Paola la que taladra y yo el que cocina. Y cada uno en lo suyo lo hacemos bien y estamos contentos con nuestro reparto de papeles.
Ahora bien, hay veces que a P. le apetece hacer su famoso picante de lengua cochabambino, y entonces me tengo que apartar y dejar sitio. A mí, en cambio, no me suele apetecer taladrar con aparatos, sino a pelo y a pura embestida, aunque entre torcida (la broca)
Zaffe, creo tenértelo dicho ya: eres buena, pero cuando eres mala -con nosotros, el sexo que no amamanta-, eres mucho mejor...
Enhorabuena por tu casa modelo Gruyere en la que ya no te va a hacer falta abrir ventanas para ventilar. Todo tiene sus ventajas ¿a que si?
En mi casa pasa un poco como en la de Lansky: la fontanera-electricista-montadora-de-muebles-de-Ikea soy yo y el que hace unas paellas que te mueres y unas patatas con bacalao de miedo es mi santo. Y tan ricamente, oiga. ( Y además, recoge luego la cocina, envidiadme todas!)
Anónima: Hola taladrada! Digo, desatada... Pues vaya qué descubrimiento...! Lo cortés no quita lo valiente! Ya sabes, en carnavales te puedes disfrazar de pared... A ver si así...
Nani: Nani, pol Dió, que la última vez que comí fue a la una y media... Y mira a qué hora vengo llegando. Si insistes, hay unos dulces cuadrados de chocolate que sólo al verlos se me hizo la boca agua. Y si no, no te preocupes, en caso de quedar insatisfecha...me invitas otra vez!
Lara: Es verdad. Un taladro no te invita al cine...
Marga: Si hoy no llego a leerte hubiera pensado que te sobraban hombres...!
Un beso muy grande a todas y hasta el próximo agujero!
Anti: Pues sí. La he oído. Me la dice sobre todo mi vecina cuando quiere descansar.
Gondolero: Bueno, pues ya sabes. Cuando necesites agujerear tu casa, te echo una manita... No te vas a arrepentir!
Lansky: Picante de lengua cochabambino? Alguna lengua de bambino cocinaría hasta yo... Haces bien Lansky, donde esté lo natural que se quiten aparatos. Aunque entre torcida (la broca).
Cigarra: Pero tú tienes un santo? Qué barbaridad! Y en vida...
Aborrezco el sentimiento de pura envidia que me invade en este momento ¡¡te recogen la cocina!! Me voy a hacer creyente...
Un beso muy grande a todos y gracias por compartir su tiempo conmigo.
¿Taladro? ¿Meter? ¿Sacar?
¿MANDEEEEEEE?
Jejeje gran post, me he reído un montonazo, hay que ver lo que da de sí un taladro ;)
Besos!!
Marguis: Pues verás, te voy a mandar: a hacerme la compra, la cama, la comida, la colada, la compra otra vez, tenderme la ropa, doblarla, bajar la basura, planchar... por ahora.
Mescalino: Pues sí, un taladro da de sí lo mismo que da de no. Porque tienen fama de ser muy ecuánimes.
Más vale que me acueste...
Besos a los dos y muchas gracias!
jajajajajajajaja
te felicito mujer..eso es algo que aun no me atrevo a experimentar, pero es que tengo un marido que me hace los hoyos qe necesite jajajajaja y tiene una herramienta de miedo.. (es que es constructor)
yo me dedico a las manualidades, osea el hace los hoyos y yo uso las manos y ambos satisfechos en su rol...
gracias por visitar mi blog y por ser el primer comentario jajaja desde que lo cree... te puedes creer eso?..jajaja significa que de apoco voy mejorando.. jeje
saludos desde Chile.
Lo primero que haré en mi nueva vida será probar esa maravilla, necesito sentir ese poder que dices.
Gracias por tus comentarios y perdona la tardanza. Últimamente he pasado mucho tiempo ordenando los armarios. Ya sabes, mezclas lo de invierno con lo de verano y cuando necesitas abrigo sólo encuentras una camiseta de tirantes. Ahora creo que por fin he logrado poner cada cosa en su sitio, y cada cual con su correspondiente prioridad. No veas qué gusto!!!
Un beso enorme.
¡Qué maravilla Zaffe! ¡Has inventado la casa gruyere! Jajajajajaja...
Besos
Desparramando: Que tu marido tiene una herramienta de miedo y tú te dedicas a las manualidades? Enhorabuena! Lo tienen que pasar de escándalo!
Ilya: Hoooolaaaa! Qué alegría! Te entiendo, eso de colocar armarios es todo un engorro y además, sale muy caro. Por eso yo tengo percheros... Y desde que quieras te coloco uno!
Nanny: Sí. Es todo un homenaje al ratoncito Pérez... Y cuando se me vuelvan a caer los dientes ¡tendré regalo seguro!
Un besote a las tres y muchas muchas gracias!
ja ja ja ja, yo ni siquiera me he atrevido a intentarlo... y, después de lo tuyooooo, me da a mi que paso!!
besitos!!
Publicar un comentario