sábado, 25 de octubre de 2008

Los problemas de mi vida...

El jueves, cuando llegué a casa, me esperaba una carta. ¡Y no era una factura!

En el lindo sobre se leía: Gobierno de España. ¡Gobierno de España...! ¡Ya era hora! Con lo bien que gobierno mi casa y mi clase ¡qué menos que practicar con el gobierno de la nación! Me quedé encantada con el encargo. ¿Por dónde empezaría? ¿Por las esquinas, o barriendo debajo de la alfombra? No sé. Lo único que tenía claro es que iba a mandar mucha tarea.

Cuando abrí el sobre me llevé otra sorpresa. La carta empezaba diciendo "Vida Laboral". ¡Era mi vida! ¡Mi vida en una carta! ¿Pero cómo iba a caber mi vida en dos hojas? Seguro que habían usado un archivo comprimido, que si no... Y además, qué poco gusto. Con todos los adjetivos que existen, poner que mi vida es laboral... No lo entiendo. Yo habría puesto "Vida fantástica", "Vida maravillosa", "Vida disipada"... O por lo menos "Vida alegre", que es más divertida. Pero laboral... ¡Qué poca imaginación!

Me quedé pensando que todavía no había escrito mi autobiografía. ¿Qué clase de espías me estaban siguiendo? ¿Cómo es posible que publicaran mi vida? ¡Si yo no tengo espónsor! Con estas tremendas dudas, empecé a leer. Mi vida se resumía a unos cuantos números y otras tantas fechas. ¿Y ya está? ¿Con todo lo que he colaborado? Y además, en una columna me daban de baja y de alta varias veces. Enseguida comprendí que era un error. Tengo una estatura normal, más de un metro, como todo el mundo... Pero no creo que se me pueda dar de baja. ¡Ni de alta! Soy mediana... Metro más, metro menos...

Suerte que en una esquina ponía: "Si tiene problemas con su vida llame al 901502050, Tesorería General de la Seguridad Social". ¿Que si tengo problemas con mi vida? Qué amables... ¡Y qué altruistas! Con razón se llama Seguridad Social... Al instante me sentí muchísimo más segura socialmente, hice un breve resumen mental de mis problemas, cogí el teléfono y marqué el número. Me contestó una dulce voz femenina. Intenté contarle mi vida, pero se conoce que en ese momento estaba muy ocupada, porque no me dejó. Sólo habló ella, la pobre, y por lo que entendí los problemas de la vida se arreglaban apretando el cuatro. ¡Qué número tan mágico! Como si fuera el siete. ¡Le das al cuatro y ya está! ¡Tu vida se soluciona!

Rápidamente apreté el cuatro. Un señor contestó al instante. ¡Debía ser el Tesorero! ¡El Tesorero General! Qué emocionante esto de tener teléfono. Te puedes comunicar con quien quieras. ¡Hasta con los Reyes si hace falta! O con Papá Noel... Total, que hice un par de reverencias al auricular y empecé a contarle mis problemas. Pero el Tesorero me dijo que por ser de Canarias tenía que haber apretado el tres. ¡Lógico...! Estuvo un segundo charlando amigablemente conmigo y colgó. Con toda su educación.

Sin pensarlo dos veces y haciendo gala de mi obediencia innata, dejé pasar cinco minutos, marqué ¡y volví a apretar el cuatro! Esta vez me salió la mujer del Tesorero, muy amable. Y aunque fuera de Canarias me atendió igual. Le conté rápidamente mis problemas de estatura y, ya que estaba, aproveché y le dije que mi hija no recoge su habitación, que los niños de este año hablan demasiado, que la luz de la escalera está fundida, la lavadora no centrifuga bien, la impresora nueva no funciona, que tengo gripe, que mi coche hace ruidos raros, que el banco no abre los sábados y así. Total, que le dije casi todo. Casi... ¡Y con música clásica de fondo!

Justo cuando acabó la melodía, la mujer del Tesorero me dijo que estaba todo listo. ¡Cuánta coordinación! Dentro de tres semanas recibiré una carta con los problemas de mi vida resueltos. ¡Qué bien! ¡Y qué fácil! Estos Tesoreros son un tesoro. ¡Mira que dedicarse a resolver vidas ajenas! Aunque tendré que aprender a hacer mejor las reverencias, así, la próxima vez que llame, es posible que me atiendan a la primera...

De todas formas, estoy tan contenta que se me ha quedado una sonrisa tan brillante como las lámparas éstas del Happydent... Y ya saben, si tienen problemas con su vida ¡aprieten el cuatro!



29 comentarios:

Miroslav Panciutti dijo...

Fantástico, ¿ves cómo no hay que preocuparse por nada? Mientras tengas teléfono, siempre te queda marcar el 4 (o el 3, si eres de Canarias, ¿no?) para que se resuelvan todos tus problemas. Gracias a la SS, no hay excusas para no ser feliz. Un beso.

acoolgirl dijo...

Toda la vida gustandome el numero 6 y voy a tener que cambiarlo por el 4!! Pero bueno, que si me quita los problemas... yo me cambio y punto!!!

Un besazooo

PD: Que chulo el anuncio... nunca lo habia visto!!!

Anónimo dijo...

Pues yo voy a apretar el 4 con todas mis fuerzas, porque vivo sin vivir en mí, últimamente...

¿Y si pulso 44...? ¿No será mejor?

Es que tengo prisa en recuperar la existencia. Usted disimule.

P.D.: Un beso desde el más allá.

Isabel dijo...

Como mola, voy a apretar el 4, lo mismo cuando les cuente que no puedo con los atascos, que estoy hasta las narices de trabajar, que la caldera sigue soltando agua después de venir el tecnico y cobrarme una pasta o que me han devuelto el recibo de ono; me sale la mujer del tesorero, destituye al Alcalde y me dan hora para el pquiatra. Ole, ole y ole. Un beso

Anónimo dijo...

Así que el secreto de una vida plena, saludable y sin problemas está en el número cuatro... Interesante :P

Besotes!!!

Franziska dijo...

Sí, esto de Hacienda es fabuloso: lo saben todo de tu vida y de la mía no vayas a creer que te tienen controlada a tí sola. Pero tú que podrías escribir un libro de mil quinientas páginas contándonos todos los episodios que has vivido en la enseñanza, no me extraña que te sorprendiera que lo único que se reseñaba eran tus altas y tus bajas y las oportunas cotizaciones.

Un abrazo.

La chica de ayer dijo...

Si es que los problemas se crean y se destruyen en nuestra mente!

Anónimo dijo...

Yo vivo en el número cuatro de un cuarto piso. A lo mejor hay algún significado intrínseco con este número.

Necio Hutopo dijo...

Y bien, vamos a ver dijo el ciego:
4
4
4
4
4
4
4
4
4
Pos no, no parece que funcione para mi

Anónimo dijo...

Tendrías que escribir tu autobiografía de verdad. Si toda tu vida es así de emocionante, se iba a vender muy bien. Marcaré el cuatro. Un beso.

Anónimo dijo...

¿Oye, cariño, cuántas veces hay que apretar el cuatro o el tres? ¡Veinte apretones llevo ya y los problemas no hacen más que engordar!
Me he reído una hartá. ¡Gracias!
Un beso
Hannah

Lara dijo...

Yo es que tengo más problemas que un libro de matemáticas ¿cuantas veces tengo que marcar el cuatro? jajaja...
Muuuuuacks!

Anónimo dijo...

Me has vuelto a hacer reír a carcajadas. Siempre es de agradecer, pero yo te lo agradezco más. No dudes en volver a llamar al Tesorero en cuanto tengas el más mínimo problema con la bombona de butano. Si en ese momento no te puede atender, le dices tu número de teléfono y él te devuelve la llamada en cuanto termina de solucionarle el problema con la gotera a tu vecino de enfrente. Lo sé de buena tinta (de calamar salvaje, la mejor).

Un besazo, guapetona.

Anónimo dijo...

¡Y yo que pensaba que era el tres!

Por eso mi vida anda siempre de cabeza.

Lo que aprende uno en este -genial- blog.

Zafferano dijo...

Miroslav: Sí. Desde que he descubierto este nuevo descubrimiento, soy apenas más feliz! O a penas...

Acoolgirl: A que está guapo el anuncio? Lo que no quisiera ser la lámpara de la piscina...

Marga: El 44 me da a mí que es el número de emergencia. Pero es que te has muerto? Entonces marca el 44.

Isabel: Qué guay tu lista de problemas...! La próxima vez que llame me los voy a copiar.

Señor Oscuro: Sí. Nada de bios de danone. Con el cuatro vencerás!

Un besote muy grande a todos y apunten el número, no se les vaya a olvidar. Cuatro.

Zafferano dijo...

Franziska: Jejeje. Yo diría inoportunas cotizaciones... Porque en mayo del 07 cotizo 33,02 euros. Estoy a la baja...!

La chica de ayer: No te preocupes. También existe un cuatro virtual!

Anti: Pero qué suerte tienes! Yo vivo en un segundo. Seguro que tengo la mitad de suerte que tú!

Necio Hutopo: Pero es que a lo mejor Méjico tiene otra extensión...! No me lo explico.

Susana: Pues sí. Me voy a hacer rica con mi vida. Pero si ya no me acuerdo ni de la mitad! Voy a marcar el cuatro, a ver si me ayudan.

Gracias a todos y un beso muy grande, espero que ya estén resueltos sus problemas!

Zafferano dijo...

Hannah: Pero es que estamos atascando la centralita! Prueba con el móvil a ver...

Lara: Creo que vamos a tener que empezar a hacer una fila. El primero marca y el resto a esperar su turno. Es que los tenemos colapsados!

Ilya: Y yo que siempre había pensado que el chipirón también servía...!

Gondo: Bueno, mientras sea de cabeza y no de otras nobles partes...

Un beso a todos y muchas gracias, y ya saben, no llamen todos a la vez!

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Con razón mi vida no funcionaba bien. Ando siempre espachurrando el 9, ¿Será que lo entendí mal? ¿Será en mi región el 6 o me lié y era el 69? Ufff, que lio, probaré con el 4 y a ver que pasa.
Besicos y a ver si nos cuentas que tal va todo.
¡Yo quiero esa sonrisaaaaaaaaaa!

Zafferano dijo...

Nani: Buenos números los tuyos... Pero no te sirven para la sonrisa Happydent! Si quieres esa luminosa dentadura... marca el cuatro! Que te lo tengo dicho!

Un besote preciosa y gracias por la visitita!

Mescalino dijo...

Pues nada, a apretar el 4 todos jejejeje. Antes era el teléfono de la esperanza y ahora es el teléfono de la seguridad social. Genial post, una vez más!

Un besazo!

erMoya dijo...

Oye, que alegria! que te solucionen la vida así, sin despeinarse. Voy a tener que llamar yo también :P

Besos!

Nais dijo...

Genial, no sabia que si apretaba el 4 se me arreglaba todo. Insofacto voy a pulsarlo jajajaja.
Ainsss que suerte que te lo vayan a resolver tan rapido. A ver si ahora te lo llaman Vida Maravillosa jajajaja.
Un besazo.

Zafferano dijo...

Mescalino: No me sé el teléfono de Aguirre, pero me da que mucho no ayuda...

Ermoya: Y creo que también te facilitan peines...!

Nais: Soy consciente de la buena obra que estoy llevando a cabo. No hace falta que me des las gracias... Puedes marcar a placer, me encanta compartir mi buena surte!

Besos a los tres y un abrazo como sifueran cuatro!

EL INSTIGADOR dijo...

Cuando la candidez apretuja la mala leche, mejoras en lengua. Eso si, con la prosa inocente de un niño pasada por el pan rallado de una gran escritora.

Fascinante.

Besos

mariapán dijo...

jajjaajja...si yo contara mis experiencias en el SAE, en el INEM, en la Tesorería y con la vida laboral...en vez de reir....todos llorariamos...jooooo
Besos grandes guapa

Nanny Ogg (Dolo Espinosa) dijo...

He copiado ese maravilloso número de teléfono y, en cuanto deje de escribir me voy corriendo a llamar y a marcar el cuatro a ver si me arreglan los problemas... :D

Besos

Silvia Cristina Cuesta dijo...

Hola Zafferano!!!

Imperdible tus relatos...
Los disfruto mucho...y con risas..

Tienes una manera de escribir especial..y una gracia para cada cosa...Felicitaciones!!!

Paso leerte siempre pero no todas las veces dejo comentario...por mi poquísimo tiempo..

Un abrazo enorme y te dejo una sonrisa...No cuatro...jajajajaja

Cigarra dijo...

Ya me parecía a mi que eso del Tesoro eran unos cuatreros...

Menos mal que nos queda el Happydent. Voy corriendo a comprar varias cajas, y así ahorramos en la cuenta de la luz.

Unknown dijo...

ola


Gostei muito do que vi.

Felicidades

Carla

http://www.arte-e-ponto.blogspot.com