lunes, 10 de septiembre de 2007

Mi afasia es mía

Mucha gente no sabe lo que es una afasia. Yo tampoco lo sabía hasta que la conocí.

La Wikipedia define afasia como una "disfunción en los centros o circuitos del lenguaje del cerebro, que imposibilita o disminuye la capacidad de comunicarse mediante el lenguaje oral, la escritura o los signos, conservando la inteligencia (menos mal) y los órganos fonatorios.

Yo la defino como "una putadita más".

Todo empezó cuando, recién separada, decidí acompañar a mi hermana, que había venido a ayudarme con la mudanza, al médico. Ya que estaba allí, se me ocurrió comentarle a la doctora una serie de síntomas raros (adormecimiento del lado derecho de la cara, por ejemplo) que estaban ocurriéndome desde hacía ya varios meses.

No me gustó mucho la expresión de la chica, y menos me gustó el volante preferente que me dio para un neurólogo.

El neurólogo me hizo varias pruebas, reflejos, equilibrio, y no me acuerdo qué más, y me mandó al hospital para hacerme un electro y una resonancia. El día que fui a recoger los resultados, tampoco me gustó la cara del enfermero que me los entregó. Tenía unos ojos lánguidos, tristes y me miraba como si fuera la última vez que me iba a ver. Bueno, realmente así fue y no quiere decir que me haya muerto...

El grueso de los resultados lo enviaban directamente al neurólogo, así que por mucho que quisiera, no iba a enterarme de nada hasta el día de la consulta.

Otra cosa que me mosqueó, y bastante, fue que al día siguiente llamaron por teléfono a una amiga ( yo no tenía teléfono aunque ya me había instalado en mi casa nueva) adelantándome la dichosa consulta. De repente se me quitaron todas las ganas de saber, y si no llega a ser por mi hermana, que me llevó a rastras, es muy posible que en este momento no estaría aquí, tan contenta, tecleando en el ordenador los recuerdos que me quedan.

MAV cerebral. Ése fue el diagnóstico. Lo único que yo quería, ilusa de mí, era que no me ingresaran, porque mi hija tenía apenas unos meses y no quería dejarla con nadie. Pero...ningún dios oyó mis súplicas y desde entonces me reafirmé en el ateismo.

Por lo que me explicaron, la cosa era grave, y además bastante delicada. Había que operar, y en el cerebro. La guinda la puso una amable enfermera que, con toda su buena intención, me dijo: es como una bomba que puede estallar de un momento a otro, pero no te preocupes...

Le hice caso y no me preocupé, pero, por si acaso, escribí mis últimas voluntades. Con el tiempo me enteré que mis voluntades no hubieran servido de nada porque no estaban firmadas por un notario, aunque, eso sí, las había escrito a mano y estaban firmadas por mí.

Pasé un buen tiempo rebotada de médico en médico, se habló de mandarme a Barcelona, después a Estados Unidos, y mientras, mi propio cóctel molotov iba quemando su mecha, mis nervios y mi paciencia. La realidad es que nadie se atrevía a hacerlo, era un caso raro el mío, por lo visto estas cosas se descubren después de una hemorragia cerebral, cuando ya no hay nada que hacer, y son muy pocos los casos que presentan síntomas previos.

La última resonancia mostró una circulación cerebral axtremadamente acelerada y un grupo de venas y arterias debilitadas y muy desarrolladas debido a la velocidad de la sangre en esa zona.
Mi MAV se alojaba en el parietal izquierdo, justo justito en la zona del lenguaje. Los médicos, por fin, decidieron operar.

No me voy a alargar en detalles, se haría muy largo y corro el riesgo de deprimirme, desde luego ciertas cosas hay que olvidarlas... Lo cierto es que todo salió bien, de las posibilidades que me habían dado: morirme, quedarme en silla de ruedas, parálisis del lado derecho del cuerpo o problemas con el lenguaje, sólo me quedé con la última opción, las demás las desestimé de entrada. Así que elegí mi afasia, mi querida "putadita más", y no me quejo.

Tardé más de un año en volver a hablar, tuve que aprender otra vez. Pero con mucho esfuerzo y unas ganas tremendas lo conseguí, y hoy sólo me queda eso, una ligera afasia, que mantengo deliberadamente como souvenir, y que me sirve, cuando estoy más baja, para recordarme que, a pesar de todo, sigo aquí.


Otro día contaré cómo incide mi afasia en mi vida y en mis relaciones.
Ahora, prefiero merendar.

14 comentarios:

acoolgirl dijo...

Me pareces una tia con muchisimo valor... volver a aprender a hablar... mi mas sincero aplauso!!!

Yo, ahora mismo, no se si podria... pero creo que hay que sacar fuerzas y conseguir cosas asi.

Un beso fuerteee, no sabes cuanto me alegro de que todo saliera bien!

Anónimo dijo...

Hay que tener mucha fuerza para poder lograr superar esa situación! Yo no se si podría. Mi más sincera enhorabuena!

Anónimo dijo...

Que genial haber encontrado tu blog justo en esta entrada... Estoy estudiando entre otras cosas, la afasia para mi examen del jueves... y que mejor que alquien que tenga afasia cuente lo que pasa, en vez de teoria pura y dura?

Un besito, sigo leyendote!!

Anónimo dijo...

Admirable hasta lo más alto tu capacidad de “saber estar” y de superación ante una situación, como poco, desesperanzadora. Me has hecho recordar que muchas veces nos quejamos por cosas que llamamos problemas y no lo son realmente. Me encantan los artículos que me hacen reflexionar.
Como el que has escrito.

Anónimo dijo...

Caigo en la impresión general (QUE VALIENTE) Me alegro mucho de tener la oportunidad de leerte. Un beso gigante desde Valencia xD (de esos que entran en burbujas de cristal ajenas aunque no haya llave)

Anónimo dijo...

La verdad que hay que ser valiente y tener mucha fuerza para conseguir lo que has hechi tú, mi mas sincera admiración...Aunque yo soy positiva y creo que casi todo con superacion se puede

Anónimo dijo...

Me aventuro a adivinar que una de las más altas motivaciones que te hicieron superar el trance fue tu hija. Gente sin un motivo al que agarrarse, en tu misma situación, se hubiera hundido y hoy no podría tener un blog donde hablar tan maravillosamente de todo lo que se le ocurra.

No sé hasta dónde llega tu olvido, pero reflexionando sobre ello, todos convivimos con él, forma parte de nuestro día a día olvidar detalles y hasta sucesos enteros. No hay más prueba de ello que dos amigos o familiares se reencuentren después de mucho tiempo: uno recuerda unas cosas que el otro había olvidado completamente, incluso se corrigen porque cada uno lo recuerda de forma distinta (memorables "peleas" entre mi padre y mi tía sobre hechos de su infancia me vienen ahora a la cabeza). Espero que eso también sea superable para tí. El diario-blog-para-no-olvidar sin duda es una de las razones por las que yo misma escribo.

De las vacas he vuelto para volver, el jueves me piro otra vez (prepárate Madrid, que voy!!!). El domingo me tienes ya a pleno rendimiento otra vez. Las vacas, si breves, dan más leche ;)

Besazos.

Raquel dijo...

Pues como ya te han dicho todo lo que a mí se me habría ocurrido no diré nada.

Un beso.

Anónimo dijo...

Eres admirable, realmente eres un ejemplo de voluntad, superación, optimismo y además envidio tu espíritu alegre, confiado y feliz. Yo no soy así, soy depresiva al extremo, tengo terror a todo lo relacionado con las enfermedades y estoy segura que no podría reaccionar como tu lo hiciste.
Me encanta lo que escribes y tu forma de ser. Escribe más seguidooo.

Zafferano dijo...

Bueno, bueno, bueno, qué subidón de autoestima!!!

Acoolgirl: se me puso un nudo en la garganta al leerte...

Antonio José: todo el mundo, cunado está en apuros, saca fuerzas de donde no tiene. ¿Cómo era eso? ¿Burro estressado busca camino?...

Dark eyed girl: te deseo muchísima suerte en tu examen, si puedo ayudarte en algo me lo dices y te mando un correo.

Antidogmático: qué dulce eres cuando quieres.

Kandralín: ¡¡¡me llegó, me llegó!!

Lamirada: tienes toda la razón, hay que ser positivo que si no...

Illyakin: te aventuras bien. Tenía que estar para mi hija. Y enseñarle a hablar... Disfruta de Madrid!!!

Raquel: la que tiene problemas con el lenguaje soy yo. Te sigo hace mucho tiempo y me encantas.

Elenita: Gracias por tus palabras. Te aseguro que tú, en mi lugar, hubieras salido adelante también.

Muchos besos a todos y gracias por la visita

Unknown dijo...

Yo también quiero felicitarte, porque demuestras tu valentía, además, contándolo en el blog, porque qué fácil sería dejarlo aparcadito ahora que todo aquello quedó atrás.
Lo de la afasia, ya lo explicarás un día que hayas merendado antes, jeje.
Besos mil

Anónimo dijo...

Yo te felecito por tu estupendo sentido del humor, así no me extraña que hayas superado una operación así y la vida entera que tengas que vivir. Un beso.

Anónimo dijo...

Con ese sentido del humor puedes superar lo que sea.
Enhorabuena campeona.

Anónimo dijo...

Palito: gracias por invitarme a merendar.

Amy: ¡qué alegría tenerte por aquí!

Mar: pues sí, para mí gané el 1º premio.

Besos a las tres y gracias por visitarme