martes, 6 de noviembre de 2007

Lailo lolailo la

Cada dos años cambiamos de curso. Así es, cuando te encariñas con algo, la vida va... y te lo quita.
Si no fuera porque cada dos años se te rompe el corazón, cambiar de niños es una muy sana costumbre.

Con mi inefable memoria sólo necesito un trimestre para aprenderme los nuevos nombres. En el segundo trimestre me aprendo los apellidos. Y en el tercero ya puedo asociar los nombres a las caras. Es un método muy práctico, porque te permite dedicar todo el segundo año a averiguar a qué padres pertenece cada niño.

Cuando empiezo con una clase nueva, aprovecho cualquier cosa para que los niños digan en alto su nombre y cada vez que uno habla le pregunto cómo se llama. Recuerdo el día, hace ya unos años, en que se me ocurrió preguntarle el nombre a Roberto...

Era un niño chiquitito y muy alegre, de pelo rizado y cara redonda. Se puso de pie y con voz aguda contestó: ¡Lobelto Lodlíguez Lamos!

¿Lobelto Lodlíguez Lamos...? No podía ser. Nunca había oído tal nombre. ¿Cuál sería su procedencia? Me dediqué a buscar todos los nombres con L de la historia, pero, por mucho que investigué, Lobelto no salía por ningún lado. Tampoco me sonaban los apellidos. Aunque el Lodlíguez tenía cierta reminiscencia húngara...

El idioma de este niño era un verdadero problema. Cuando le tocaba leer, aunque lo hiciera con bastante fluidez, los demás oíamos cosas como ésta:

Elle que elle, guitalla,
Elle que elle, ballil,
Qué lápido luedan las luedas
Del fellocallil.

Utilizando mi innovador método de observación directa, me di cuenta, durante un recreo, que los demás niños lo entendían. Así que me planteé que a lo mejor el problema lo tenía yo por no saber idiomas... Indecisa y estupefacta decidí pasarle una prueba. Lobelto, lo llamé, tradúceme esto.

La frase decía: El burro rebuzna y el gorrión está en la rama.
Cuál fue mi sorpresa cuando Lobelto tradujo: El bullo lebuzna y el gollión está en la lama.
¡Roberto no era húngaro! ¡Era húngalo! Qué alegría...

Decidí intervenir, así que a partir de aquel día dejé de llamarlo Lobelto, y en mis horas libres me lo llevé a la biblioteca para enseñarle a pronunciar la R. Nos sentábamos los dos en una esquina, de espaldas a la bibliotecaria y yo, muy bajito, le decía cómo colocar la lengua detrás de los dientes y acto seguido empezaba: Venga Roberto, es fácil. Rrrrrrrrrrrrrrr. El niño me miraba muy atento y repetía con mucho interés: Llllllllllllllllllllll... Parecíamos dos motos arrancando. Una de tierra y otra de agua...

Después de un par de semanas sin éxito alguno, empecé a preocuparme seriamente por Roberto. Me pasaba el día pensando en nuevas estrategias a seguir y llegó un momento en que hasta yo empecé a confundirme. Lo noté cuando, sin casi darme cuenta, le dije a mi hija: Pleciosa, tláeme el tenedol y la cuchala pala levolvel el alloz... Me quedé de piedra. ¡Desde cuándo se revuelve el arroz! ¡Dónde se ha visto!

Así que decidí llamar a la madre. De Roberto.
Yo estaba indignada. ¿Cómo era posible que la madre no se hubiese dado cuenta? Vale que yo... ¡pero la madre...! ¿Y cómo le enfocaría el tema? ¿Y si se ofendía? ¿Y si le daba lo mismo? ¿Y si era sorda? No sabía cómo decírselo. Pero estaba claro que Roberto tenía que ir urgentemente a un logopeda.

Me armé de valor y concerté una cita. El miércoles siguiente, a las cinco, me esperaba fuera de clase una mujer menuda, de rostro claro y sonrisa afable. La invité a entrar y justo cuando estaba a punto de empezar el discurso que me había preparado, me dijo:
-Buenas taldes, soy la madle de Lobelto. ¿Es usted su plofesola?

Respiré muy hondo aquel día y todo lo que tenía pensado se me borró de golpe.
La vida es así, lo dije antes. Cuando menos te lo esperas, te suelta un bofetón...

45 comentarios:

Raquel dijo...

Está claro que la madre era una gran maestra y había hecho muy bien su trabajo... Lástima que el húngalo no sea una lengua de mucho provecho.

Un beso.

acoolgirl dijo...

Jajaja!!! Y yo pensando que al final iban a ser chinos!!!

Una historia encantadora.

Besitosss

Anónimo dijo...

...mi teniente el recluta ya sabe decir carchuto,

Anónimo dijo...

Jajajaja... y ¿cuando te encuentras que los padres son el vivo retrato de ese niño que te quita el sueño?...

Después de tener memorizados todos los nombres a los 15 días, durante las vacaciones de navidad se me volatilizan todos los nombres... jajajaja

Anónimo dijo...

Digo bofetón, lo has explicado tan bien que hasta a mi me ha dolido.

Anónimo dijo...

jajajajajajajaja!!!!!!

¡Buenísimo,señorita!

Anónimo dijo...

muy divertido!!

a favoritos.

hasta la proxima

Zafferano dijo...

Raquel: Pues fíjate que la madre pensaba que sí, tanto que se lo enseñó a su helmano menol...

Acoolgirl: No, sólo traía mandalinas a la hora del lecleo.

Aguardentero: Bien. Pues a carchutear al patio. Un placel tu visita.

Júlia: Este año tengo unos padres de ojos nacarados que quitan hasta el hipo. Vacaciones de navidad? A mí me basta con un fin de semana...

Amy: Lo siento amol!!! No pensaba llegar tan lejos...

Marga: Para los amigos... "Seño".

Morgoth: Bueno, yo procuro no tener favoritos porque los niños al fin y al cabo son niños y no es bueno favorecer a nadie, pero mi dulce favorito es el chocolate...

Besotes a todos y muchísimas gracias.

Anónimo dijo...

Yo también estaba pensando que Lobelto y su plogenitola iban a ser chinos...

Besos!

Anónimo dijo...

Jajajajajaja... y yo pensando que es que era chinito el niño... Oye, mi niña no pronuncia bien la r, no sé si enviártela (claro que es culpa del frenillo no mía):D

Besos

Anónimo dijo...

Jajaja, ayyyss Zaffe pero tal ves eran Puelto Liqueños (de Puerto Rico) :S.

Como siempre me hizo reir tu post.

Besos

Micky dijo...

Me ha resultado muy interesante. Comprendo que no le dijeras a la madre que lo llevase al logopeda, igual podría sentirse ofendida la verdad.

Por cierto he conocido tu blog a través del concurso ese de Premios Blog :)

Besos!! Lo vuelvo a decir: me ha parecido muy interesante la anécdota.

El Analista dijo...

bien. la solución mas sencilla era ponerles un supermercado, ahí no se iba a notar el detalle, acá esta lleno de supermercados de chinos que hablan asi

LA CASA ENCENDIDA dijo...

jajajajaja. Yo también creí que iba a resulta chinito. ¡Qué bueno!, ah, me consuela no ser la única que no consigue quedarse con los nombres, de los niños, mayores o simplemente de un grupito de más de cinco.
Besitos simpática.

Anónimo dijo...

De vacaciones el septiembre pasado por Toledo, entro en un "súper" a comprar agua y resulta estar regentado por chinos (cuánto ha cambiado la fisonomía de este país, ¿te has fijado?). Estaba yo eligiendo si pillarme la Font Fea o la Mascarón, y que si la acompaño de la patatas Pleis o las Más Butano, cuando entra el repartidor a dejarles un paquete a la vez que empieza a darle lecciones al chino y a la china de cómo se dice el 3.

- TRRRRRRRRES! -sacando hasta los ojos.
- Tlés -impertérrito el chino.
- TRRRRRRRRES! -escupiendo salivilla.
- Tlés -la china con cara de "si ya lo decía yo".
- TRRRRRRRRRRRRRRRRRRRES!!!!!! -con el índice, el corazón y el anular enhiestos ante la cara del chino; aquello ya era una cuestión personal.
- Tlés -el chino no acertaba a comprender tanto ahínco por decir lo mismo que estaba diciendo él.
- Anda, anda, me voy que.......

Resultado, tlés-cero para el chino.

Besotes.

Anónimo dijo...

je, yo de pequeñita tenía una dicción perfectismadelamuerte (momento medallita marguerite) pero mi blothel digo mi brother no pronunciaba la r y le obligaban a decir pubriño una y otra vez:

Ggaaamón tenía un ggatón
con el ggggabito cogto

Bueno amol....que chinita tu chinito yo y nuestlo amol así selá siemple siemple igual....
besis

Anónimo dijo...

Joo, qué adorable!! Me derrito ^^

Zafferano dijo...

mescalino: Si quieres que te diga la verdad yo también lo creí cuando lo oí por primera vez. Pero había algo en sus ojos que me hizo pensar que no...

Nanny: No te pleocupes, cuando se le allegle el flenillo allancalá... (En serio, es frecuente que los niños no pronuncien bien, pero el caso de Roberto era, y sigue siendo, un caso extremo. Y la madre también.)

Carla: No sé si de Puelto, pero el niño estaba para comérselo de Rico...

Vivas: Bueno, realmente no diría que es una anécdota, se trabajó mucho con ese niño y su problema. Sí que le dije a la madre que tanto ella como sus dos hijos tenían que ir a un logopeda.

Analista: Analista que era húngalo...!

Nani: Lo de los nombres es una verdadera pesadilla. Hay tantos...

Illya: Y tú has encargado comida china? Aquí hay un sitio que cuando llamas parece que te están tomando el pelo de tantas eles que dicen... Yo tomo agua del grifo, pero sí suelo comprar Caca Loca de vez en cuando.

Marguerite: Entonces tu hermano también era húngago? Enséñale ésta: En un coggo de caggos que hay sobge el ceggo,coggiendo entge las guedas ladgaba un peggo. Le va a encantar...

Kandra: Se dice qué adolable, me dellito... Sí era realmente adorable.

Muchísimas gracias por las risas y muchos besos.

Lidia M. Domes dijo...

Cualquier cosa que cuentes tiene tu sello, me aletgran la vida tus escritos!!!

Un abrazo!!!
Lidia

Anónimo dijo...

JAJAJA! Es buenísima la historia y sobre todo como la cuentas. El húngalo no parece un idioma muy complicado así que a lo mejor un día de estos me pongo con él y lo añado a mi currículum.
Muak!

Necio Hutopo dijo...

"Elle que elle, guitalla,
Elle que elle, ballil,
Qué lápido luedan las luedas
Del fellocallil"...

Llevo un tiempo paseando por aquí y hasta hoy me doy cuenta de que quien escribe es mi maestra de primer año, la vida te da sorpresas, de eso no cabe duda...

Años después (muchos) he decididop que la r pronunciada es un invento del imperialismo... Y que la verdadera revolución se grita, obviamente, LEVOLUCIÓN

Anónimo dijo...

¡Tienes razón, querida Zafferano, la vida es una caja de sorpresas, aunque a veces es mucho más sorprendente aún las respuestas que damos a eses sorpresas!
Según leía tu historia, iba pensando: "es chino, es chino, es chino..." Ya que de todos es sabidos que las lenguas chinas no poseen el sonido "Rr" por lo que los chinos no sólo lo desconocen, si no que les resulta dificilísimo lloegar a pronunciarlo. Olvidaba que en Europa central hay muchas personas que tienen esa dificultad, aún cuando en sus lenguas exista ese sonido. En cualquier caso es un placer leerte.
Un abrazo entrañable.
Hannah

Cigarra dijo...

Formidable. Me acuerdo de mi hija, que cuando era pequeña tenía el mismo problema (y que conste que yo pronuncio las RRR clarrrisimas)y cuando se enfadaba amenazaba con darte con una "bala de hielo" y nunca se sabía si era una barra de hielo, una bala de hierro o una barra de hierro. Un problema.
Pero ya se le ha pasado y ahora tiene mucha menos gracia

Anónimo dijo...

  No hay nada como la educación que dan unos padres. Me imagino que ese bofetón del que hablas, sería de risa por no haber contado con esa posibilidad del problema niña.

Anónimo dijo...

Aquí seguimos, maga, tú contando historias y nosotros relamiéndonos. Como tus niños, seño.

Anónimo dijo...

Qué bien lo paso con tu blog. Yo tengo una hija que ceceaba y la llevé al logopeda, porque si no luego lo pasan mal los pobres. Un beso

Anónimo dijo...

No tiene gracia, no tiene ninguna gracia. A mí me ha pasado toda la vida lo mismo, he sido incapaz de aprender a pronunciar la r, no sé si por el frenillo o por yo qué sé, pero el caso que he tenido que aguantar las burlas y mis vergüenzas durante toda mi vida. Que se burlen los compañeros de clase me parece mal, pero es hasta pasable, pero que sea una profesora la que humille al alumno delante de toda la clase es inconcebible. Lo siento, pero lo que cuentas hoy me ha hecho recordar lo malos momentos que pasé en el colegio por este tema, me parece cruel, muy cruel. Otro día me reiré contigo, hoy no.

Carola dijo...

JAJAJAJAJAJAJA yo también pensaba que iban a ser chinos jejeje ¡estereotipos! Menos mal que los vas olvidando poco a poco :p

Anónimo dijo...

Lidia: También sello las cartas y después las meto en un buzón.

Canalla: No tiene mucha dificultad y una vez que lo practiques no te cuesta nada hablar húngado y húngago.

Necio Hutopo: Por fin te has dado cuenta! Mira que me diste la lata por levolucionalio... La experiencia, Necio, es muy importante y ésa, sólo la da el tiempo.

Hannah: El niño era más canario que el gofio...de ahí el problema.

Cigarra: Me alegra mucho que tu niña se haya "corregido".

Besos a todos y muchas gracias.

Anónimo dijo...

Pegasux: Realmente no contaba con eso, había barajado muchas posibilidades, pero ésa no. Me quedé desarmada...

Transeúnte: Me alegro mucho de que a ti también te guste el chocolate.

Susana: Muy bien hecho. Sí que lo pasan mal...

Carola: Pues sí! Dímelo a mí que me olvido de todo...

Muchísimos besos y gracias por pasar.

Anónimo dijo...

Igual otro día: En fin, qué quieres que te diga...siento mucho haberte ofendido. También siento en el alma haberte hecho recordar problemas no resueltos. Cuando escribo algo de quién único me río es de mí misma, y a veces de mi hija también. Lo que he contado en este post es una realidad, un niño, que como tú, tiene problemas de dicción y al que he intentado ayudar por todos los medios, incluso en mi tiempo libre. En ningún momento hablo de intervención en el aula, a lo mejor no has leído bien... No sé si volverás por aquí, en todo caso te deseo lo mejor y que logres sobreponerte, aceptar y desdramatizar. Por cierto, si vuelves y te interesa lee mi post sobre la afasia.

Un beso muy grande y muchas gracias.

Anónimo dijo...

Mi madre también es profesora...y bueno, ella tiene a sus alumnos unos pocos años más...pero la verdad es que creo que no se encariñara con muchos de ellos...porque ya hay alguno suelto que vaya!!

Un saludo!

Anónimo dijo...

Jeje, me he reído un montón con tu post sobre todo por tu forma de contarlo, esqueeeeeee... eres la pera limonera, Zaffe.
Besos!!

Anónimo dijo...

Antonio José: Supongo que depende de la edad. Los míos están en una edad preciosa, de ocho a diez años, y te aseguro que se les coge un cariño enorme. Paso con ellos muchas horas al día. Estoy sintiendo dejar el curso que tengo ahora, son mis niños...

Palito: Sí, también me gustan las peras con queso. En Italia hay un refrán muy famoso. Algún día te lo contaré.

Besos a los dos y felices sueños.

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, soy la de la r, he leído tu entrada sobra tu afasia y me he quedado impresionada. Lo mío es un juego de niños comparado con eso. Ahora me siento culpable de haberte dicho cosas duras en mi comentario. Retiro todo lo que suene mal, sobretodo lo de cruel. Tú no eres cruel. Y yo soy imbécil. Te admiro y te seguiré leyendo, escribes muy bien y tu sentido del humor es inmejorable. Perdona y un beso.

Lidia M. Domes dijo...

Y, sí, cada vez que vengo es como si recibiera la carta de una amiga, que me llega al corazón , sin escalas!!!!

Gracias por tu generosidad y tu presencia!!!

Lidia

Mabel dijo...

Yo era chinita de pequeña, y mis hijos también, pero pobre Roberto, no tiene quien le enseñe. Pero por qué no le pusieron de nombre algo fácil para mamá?
Ayer fuí a mi reunión de profesores, y no pude dejar de acordarme de ti, y solo por eso perdono al profesor de mi hija...sin comentarios.
Un saludito

Anónimo dijo...

Hola!! pasaba por aqui sin permiso, y no pude evitar engancharme con tu blog, estoy leyendo los post pasados y no puedo parar de reirme (vale aclarar que estoy en el trabajo y se me dificulta aguantar la carcajada) muchas gracias por las risas, sigue escribiendo asi, tengo pensado volver por aca.
un abrazo

Anónimo dijo...

Pues yo creo que tus niños también te echarán mucho de menos cuando cambien de curso, siempre hay un maestr@ al que se recuerda con especial cariño toda la vida y seguro que Roberto te recuerda de esa manera y eso es fantástico.
A veces la vida también da caricias, aunque no muchas.

Un beso.

Anónimo dijo...

me lo he leído todo todito!!

hacia tiempo que no me reia tanto frente al ordenador.

Las respuestas de tus niños al examen se llevan el puesto numero uno, pero combatiendo de cerca con tu buena suerte en la playa ;), y sin olvidar a nuestro querido Lobelto.

Besazos!!

Zafferano dijo...

Igual otro día: Bueno, me has quitado un peso de encima... Me quedé mal pensando que te había ofendido. Gracias...

lidia: Gracias a ti linda...

Mabel: Roberto fue a una logopeda y ha mejorado con el tiempo, pero fíjate qué caso tan agudo que su forma de pronunciar la R hacía que no discriminara fonemas y escribía D en lugar de R. Por ejemplo en lugar de "entero" escribía "entedo" y no se daba cuenta. Besos a tus niños.

Jess: La próxima vez te invito a un café... Y ten cuidado con el jefe...!

Soldadito: Caricias y regalos...como tus palabras.

Morgoth: Pues no veas lo bien que lo he pasado yo escribiéndolo... Si no me dejas enlace no puedo visitarte...

Muchos besos a todos y gracias otra vez.

Anónimo dijo...

no soy blogger...todavía

;)

Anónimo dijo...

Yo tengo un amigo que tampoco pronuncia bien la "r", probre. Cuando quiere que hagámos algo por él, le hacemos chantage:

- Te paso el mechero si dices: "El cazador sale a cazar con su perro".

- Joder... el cazadoz sale a cazaz con su pezzo.

Eso sí, la palabra ZORRA ha aprendido a pronunciarla divinamente.

Zafferano dijo...

Morgoth: Ese "todavía" promete...

Violeta: Mira que son...raposas!

Besotes a las dos y muchas gracias.

Franziska dijo...

¡Dios santo cómo me he reído durante todo el cuento! Eres muy simpática.

Saludos.