Con este cuarto y último bloque cierro mi trilogía sobre Marruecos.
Los marraqueños son gente afable, bondadosa y altruista. No hay más que ir al zoco para darse cuenta. Recuerdo aquel día como algo especial. ¡Por fin podría consolidarme como turista! Salí del hotel con una idea fija: aprender el ancestral arte del regateo.
Sorteando el tráfico llegamos a Jamaa el Fna. Qué bullicio y algarabía. ¡Daban ganas de gastar sólo de ver el ambiente! Los nativos, amables como ellos solos, nos paraban de vez en cuando y señalando hacia el frente decían: ¡La Medina por allí! Y tendían la mano abierta, que yo, educadamente, me apresuraba a estrechar. Todavía me pregunto qué querrían decir. Porque por mucho que miré, la señora Medina no apareció por ningún lado. A lo mejor estaba por ahí, camuflada bajo un velo... y le daba vergüenza acercarse...
Lo cierto es que doña Medina no se dejó ver, así que nos encaminamos hacia el zoco. El zoco es un laberinto. Pero el Minotauro tampoco apareció ese día. Vaya usted a saber. ¡A lo mejor estaba orando con la Medina! Como era viernes... Nos adentramos por aquellas tortuosas callejuelas repletas de tiendas. Los dependientes gesticulaban tranquilamente apremiándome para entrar y visitar sus negocios. ¡Pero cuánta gentileza destilaba de aquellos seres! Todos estaban empeñados en mostrarme su mercancía. Sólo bastaba entrar en una tienda, para que el señor de allí empezara a sacar todo lo que había a la vista. Y lo que no se veía, también.
Lo más difícil era volver a salir. Porque tal era el empeño que ponía el dependiente en su demostración, que daba pena dejarlo allí hablando solo. Así que, haciendo uso del árabe que había aprendido, les decía: Mmmmmm! y me despedía con una ligera inclinación de cabeza, para demostrar mi agradecimiento. Yo estaba algo preocupada. Si en cada sitio que visitábamos íbamos a estar media hora ¡no nos iba a dar tiempo de desarmar muchas tiendas...! Y eso me parecía de muy mala educación.
Así que desmantelé todas las tiendas que pude. Y me lo agradecieron. Lo noté en sus dientes. Hasta que me acordé de lo que había ido a hacer allí. ¡A regatear! Pues regatear no es tan difícil como creía. Lo hice muy bien. Cuando me interesaba algo, rápidamente calculaba un tercio del precio que me daban. Y siempre me salía 100. Qué casualidad. Así que me decían 140 y ya estaba yo regateando. Y hasta que no me lo vendieran a 100, no me movía de allí... Total que el zoco es un "Todo a 100" pero en marraqueño. Todo lo que compré me salió a ese precio. Lo más fácil fue comprar un imán en forma de babucha para la nevera. Cuando le ofrecí 100 ¡hasta me regaló otro! ¡Vaya negocio! Y qué generosa es esta gente...
Por fin un vendedor de collares apreció mi valor intrínseco y ofreció por mí ocho mil camellos. Aunque me da que estaba fardando. Porque en la tienda sólo le cabía uno. A lo mejor en la trastienda... ¡O es posible que tuviera un rancho! No sé... pero era simpático. Así que le compré un collar por 100 dirham y me fui de allí toda contenta. Hasta que me enteré de que en Marruecos no hay camellos. Sino dromedarios. ¡Qué insulto! ¡Pero si un dromedario sólo tiene una joroba! Si lo sé no le sonrío... ¡Tan joyero tan joyero... y quería cambiarme por una submarca!
Esa noche soñé que galopaba en Minotauro por un laberinto de babuchas, mariposas y serpientes. Y en mi sueño apareció sublime, montada en un camello, ella, la más bella. La Medina...
A mi no pareja: Gracias. De corazón.
Los marraqueños son gente afable, bondadosa y altruista. No hay más que ir al zoco para darse cuenta. Recuerdo aquel día como algo especial. ¡Por fin podría consolidarme como turista! Salí del hotel con una idea fija: aprender el ancestral arte del regateo.
Sorteando el tráfico llegamos a Jamaa el Fna. Qué bullicio y algarabía. ¡Daban ganas de gastar sólo de ver el ambiente! Los nativos, amables como ellos solos, nos paraban de vez en cuando y señalando hacia el frente decían: ¡La Medina por allí! Y tendían la mano abierta, que yo, educadamente, me apresuraba a estrechar. Todavía me pregunto qué querrían decir. Porque por mucho que miré, la señora Medina no apareció por ningún lado. A lo mejor estaba por ahí, camuflada bajo un velo... y le daba vergüenza acercarse...
Lo cierto es que doña Medina no se dejó ver, así que nos encaminamos hacia el zoco. El zoco es un laberinto. Pero el Minotauro tampoco apareció ese día. Vaya usted a saber. ¡A lo mejor estaba orando con la Medina! Como era viernes... Nos adentramos por aquellas tortuosas callejuelas repletas de tiendas. Los dependientes gesticulaban tranquilamente apremiándome para entrar y visitar sus negocios. ¡Pero cuánta gentileza destilaba de aquellos seres! Todos estaban empeñados en mostrarme su mercancía. Sólo bastaba entrar en una tienda, para que el señor de allí empezara a sacar todo lo que había a la vista. Y lo que no se veía, también.
Lo más difícil era volver a salir. Porque tal era el empeño que ponía el dependiente en su demostración, que daba pena dejarlo allí hablando solo. Así que, haciendo uso del árabe que había aprendido, les decía: Mmmmmm! y me despedía con una ligera inclinación de cabeza, para demostrar mi agradecimiento. Yo estaba algo preocupada. Si en cada sitio que visitábamos íbamos a estar media hora ¡no nos iba a dar tiempo de desarmar muchas tiendas...! Y eso me parecía de muy mala educación.
Así que desmantelé todas las tiendas que pude. Y me lo agradecieron. Lo noté en sus dientes. Hasta que me acordé de lo que había ido a hacer allí. ¡A regatear! Pues regatear no es tan difícil como creía. Lo hice muy bien. Cuando me interesaba algo, rápidamente calculaba un tercio del precio que me daban. Y siempre me salía 100. Qué casualidad. Así que me decían 140 y ya estaba yo regateando. Y hasta que no me lo vendieran a 100, no me movía de allí... Total que el zoco es un "Todo a 100" pero en marraqueño. Todo lo que compré me salió a ese precio. Lo más fácil fue comprar un imán en forma de babucha para la nevera. Cuando le ofrecí 100 ¡hasta me regaló otro! ¡Vaya negocio! Y qué generosa es esta gente...
Por fin un vendedor de collares apreció mi valor intrínseco y ofreció por mí ocho mil camellos. Aunque me da que estaba fardando. Porque en la tienda sólo le cabía uno. A lo mejor en la trastienda... ¡O es posible que tuviera un rancho! No sé... pero era simpático. Así que le compré un collar por 100 dirham y me fui de allí toda contenta. Hasta que me enteré de que en Marruecos no hay camellos. Sino dromedarios. ¡Qué insulto! ¡Pero si un dromedario sólo tiene una joroba! Si lo sé no le sonrío... ¡Tan joyero tan joyero... y quería cambiarme por una submarca!
Esa noche soñé que galopaba en Minotauro por un laberinto de babuchas, mariposas y serpientes. Y en mi sueño apareció sublime, montada en un camello, ella, la más bella. La Medina...
A mi no pareja: Gracias. De corazón.
40 comentarios:
Cómo te comprendo, todo avatar sufrido en dromedario submarca (jajaja) y toda odisea zocosa se olvida cuando ves La Medina 8-)
He leído tu trilogía encantada. Tienes un don estupendo para contar las cosas. Me he reído mucho, y eso siempre es de agradecer.
Si me lo permites, vendré de vez en cuando.
Saludo.
Mujer, ocho mil dromedarios, son ocho mil dromedarios aunque sólo tengan una joroba. Igual te los hubiera comprado Camel para hacer publicidad o los podrías haber alquilado para las cabalgatas de reyes o para que los niños se hagan fotos... si es que no tienes vista comercial :D
Besos
¡Coño, pos los de Camel bien que han vendido la submarca como si fuera la buena! ¡Se tendrían que haber estado llamando "Dromedary"! ¡Joer, qué rácanos, han querido ahorrar en la longitud del nombre y en jorobas! O no será... que se pasaron primero por el zoco y regateando regateando... va a ser eso.
Besazos, y gracias por el viaje.
Bueno, por lo menos tu precio era constante y no estuvo sometido a la devaluación: ocho camellos por todas partes... Al leerte me acordaba de la escena del regateo en la película "La vida de Brian", imagino que la habrás visto, si no es así, te la recomiendo; reirás y disfrutarás tanto con ella cómo yo con tus relatos.
Un beso enorme.
Hannah
He seguido, entre risas y asombros, toda tu trilogía. Me asalta una duda: ¿Estuve yo en ese viaje? En todo caso, gracias a ti y un beso grande.
Y bueno, al tipo de cambio de la joroba, valñdrías 16,000 dromedarios... Al menos que te vendieran en el Zoco... Ahí sólo valdrías 100
Qué suerteee!!! Por mi no ofrecían más de 4.000... y encima mi chico (de por alquel entonces) quería cambiarme!!!
Una trilogía muy completa y que ha hecho que me vuelva la curiosidad de estos países de nuevo.
Un besazooo
Pienso igual; 8000 dromedarios no es ninguna ofensa...
Cuando yo estuvé nadie ofeció nada por mí, ni con joroba ni sin ella...sniff
Que modelo eran los cosos con joroba?, a ver si te querían comprar por cosos usados. Como sea, un placer haber leído la trilogía del señor de los anillos, ah si, la tuya también, mis respetos a tu no pareja, un besote enorme.
Una pregunta que a lo mejor no tiene respuesta...
¿Por qué es tu "no pareja"? ¿Qué es entonces, exáctamente?
A ver si yo voy a tener algo similar, y no me he enterado...
Un beso, jovenzuela.
Regatear es todo un arte y tú que eres una artista.... jajaja...
Besos muuuacks!
que no que no, te cambiaba por camellos, que como no hay son más valiosos!!
debo descender de comerciantes del zoco, cada vez que acompaño a mi madre me hace sentir vergüenza con sus regateo...jo! que regatea hasta en el zara.
El dromedario aunque tenga una sola joroba sí es un camello (Camelus dromedarius), lo que pasa es que en el dromedario aún no se sentó en el medio de la joroba la oronda y exuberante señora Medina.
En realidad el dromedario quería ser un caballo pero a la Comisión de Expertos que lo diseñó le salió con joroba, qué le vamos a hacer, nadie es perfecto. Es igual que cuando se equivocó el inventor del bidé, que en realidad quiso inventar la ducha, pero le salió para el culo (con perdón).
Dicen que los dromedarios son los animales que más tiempo aguantan sin beber, es cierto. Pero también es cierto que son los que más tiempo aguantan sin fumar. Apenas fuman. Zaffe, imagínate ocho mil dromedarios fumando, qué horror.
¡Ah! un cosa, si son tres: trilogía; si son cuatro: tetralogía. O es que lo que aprendimos en Barrio Sésamo ya no sirve de nada. Imagínate al Monstruo de las Galletas comiéndose cuatro galletas y diciendo “me he zampado una trilogía de galletas”… pues no… no es serio.
Qué bueno pasear contigo... si ya me creo que aprendí a regatear!!!
Besos!!!
Lidia
zaffe, un final de "crack" tu periplo viajero.
una delicia leerte,
me ha picado el bichito de la curiosidad y muero por visitar esas tierras tan lejanas y desandar los mismos pasos ... si llego a ir algun dia tendre en cuenta tus consejos de regateo (todo a 100!)...
besos,
jajajaja siempre el mismo precio en camellos jajajaj.
Me ha gustado tu trilogia.
A ver si no pareja y tu viajais mas a menudo y seguis contandonos cositas.
Besos.
Zaffe, después de este bautismo de fuego (y té) yo te recomiendo el zoco de Alepo. Allí te volverías loca del todo. ¡Y qué bonito es! Todo con galerías cubiertas de piedra.
Y con la experiencia que llevas en regateo, dejarías a los sirios temblando.
¡Anímate, que está claro que para esto sirves!
Tam: Así es, quedé submarcada de por vida. Pero La Medina es un sueño.
Respirando: También son de agradecer las buenas palabras... Mi casa está abierta y aunque a veces haya corrientes se respira muy bien. Te dejo mi aire siempre que quieras.
Nanny: Maldición! Es que no estabas para asesorarme! Mi no pareja se perdió un gran negocio...
Illya: Vaya! No estaría el joyero cambiándome por cigarros...?
Hannah: Vi esa película hace tanto que no me acuerdo de nada. Sólo que era de risa. A ver si la consigo y vuelvo a verla!
Mi no pareja: Hola! Estaba empezando a pensar que eras fruto de mi desbocada inconciencia! La duda me la creas tú a mí. Si no eras tú... entonces con quién, digamos dormí, todas esas noches?
Un beso muy grande a todos y 100 abrazos, a repartir...
Necio Hutopo: Tú sí que sabes hacer cuentas! La próxima vez que vaya a hacer un negocio me pondré en contacto contigo. Y con Nanny Ogg...!
Acoolgirl: Pues menos mal que pasaste de él! Mira que cambiarte por cuatro mil pudiendo conseguir el doble...!
Pilar: Pero linda... Seguro que fuiste en época de migración o algo...! La próxima vez vete en febrero, que todos los camellos están ahí. Bueno, dromedarios...
Analista: No. Yo no llevo anillos. Sólo uso pendientes, de los granditos. Me parece bien que respetes al señor. Un beso a ti!
Marga: Un soneto me manda hacer Violante... Qué cómo me las maravillaría yo! En fin Marga, no te voy a definir exactamente el término no pareja porque es precisamente de lo que huyo, de definir nada. Somos lo que somos, dos que se quieren porque lo han elegido así desde su propia libertad. Hay muchas no parejas, lo que pasa es que a lo mejor todavía no lo saben... Espero haberte contestado. de hecho, te he contestado... Un beso!
Y un beso muy grande a todos con mis mejores sonrisas!
Lara: Sí. me gustan mucho las bellas artes. Pero no tengo tiempo de practicar...
Aunqueyonoescriba: Pues llévatela a Marruecos por el día de la madre! A que es buena idea! Seguro que le encantaría, todo el día regateando libremente...!
Liuva: Me encanta que me hagan pensar. Ya sé dónde estaba la Medina entonces! Jorobando a los dromedarios! No me digas que trilogía viene de tres...! Nunca se me hubiera ocurrido... Yo de Barrio Sésamo sólo aprendí dentro/fuera... la próxima vez haré una trilogía de seis bloques, total, los múltiplos seguro que valen también!
Lidia: Con el arte que tú tienes regatear es un juego de niños!
Muchísimas gracias a todos y un beso sin regateos!
Anti: Ay Anti! Crack hizo mi cartera el día que hice cuentas...
Eva: Te lo recomiendo, es otro mundo! Pero ten cuidado! No son 100 dólares...! Delicia tú.
Nais: Todavía me queda la segunda parte de mi regalo de cumpleaños... Así que en Semana Santa de viaje otra vez!
Koti: Como sé que eres una experta haré todo lo posible para conocer al señor Alepo, lo que pasa es que la isla de Siria tiene que quedar algo lejos de la mía. Sin embargo intentaré reunir a ver si algún día tengo el gusto de volverme más loca...
Besos a los cuatro y muchísimas gracias por su amable visita!
Noto que sigues conservando tu fino sentido del humor. Wellcome home.
Saludos
Precioso sueño y maravillosa escapada la tuya.
Yo adoro viajar aunque me queda mucho mundo por descubrir y el resto de mi vida para hacerlo.
Niña, ¡me jartao de reir!, con la Medina, el regateo, la mano extendida y tú apretándola, ¡que linda eres! Me rio contigo, me entero de tu viaje a la perfección y lo haces de una forma increible y agradable. Ya sabes, soy una rendida admiradora tuya.
Besos pa tí, tu niña y tu no pareja (que el pobre nunca se lleva nada de tus admiradores).
Esta trilogía me ha gustado mucho más que la del señor de los anillos, dónde va a parar. Bueno ahora te queda el segundo regalo. A ver qué nos cuentas.
Me olvidé de avisarte de que si ofreces demasiado dinero al principio, se pueden ofender. Lo digo por el imán de nevera.
Me alegro que tu no pareja no te cambiara por los camellos, perdón dromedarios. Un beso.
Jopé que guay!!! Yo nunca me he puesto a regatear, pero haré lo que dices de calcular 1/3 de su valor original, parece un buen truco :D
Besos mi maestra!!!
PD: ¿Aprendiste a hablar algo en marraqueño? :P
Pues nada, siguiéndote en este viaje poe esos zocos. A ver la Medina, esa.
Un abrazo
Instigador: Thank you very much Instigator!
Vera: A mí me queda tanto mundo que no me va a dar tiempo de descubrirlo todo... Qué nombre tan bonito... en italiano significa Verdadera... y también alianza.
Nani: Serán dados. De tu parte...y de la mía!
Amy: No sé Amy, si dejárselo a él...
Susana: Pobre... bastante me dijiste... Pues el marraqueño te aseguro que no se ofendió.
Señor Oscuro: pero calcula bien los tercios! No como otras... Sí, me aprendí el nombre del hotel, pero ya se me olvidó...
Julio: Que me estás siguiendo? Y yo que no te he visto...!
Un beso muy cariñoso a todos y gracias por pasar...
Jejeje ya veo que sólo pasando unos días en Marruecos ya uno aprende a regatear más que Ronaldinho ;)
Un beso fuerte!
Siempre consigues que nos riamos con tu visión del mundo. Me lo he pasado casi mejor que cuando estuve yo. Genial.
Oye, tú no trabajarás de incógnito en una agencia de viajes no?? Lo digo porque me han entrado ganas de ir dentro de unos añitos por allí.
Dromedarios?? Puaj :P
Besos!
Viajar contigo debe ser toda una aventura digna de una trilogía como esta.
Deberíamos mandarte de viaje más a menudo... ¿a dónde quieres ir ahora?
Tú pide, mujer, quien sabe si entre tus lectores se encuentra un editor de guías turísticas!
Un besazo.
Zaffe, que ya llegó el ojomeneado, vente de fiestuki!!!
Zafferano te estas perdiendo la fiesta que tenemos montada en la casa de Illyakin. Vente a tomar una copa
Considerando los capítulos al completo y lo que nos has hecho vivir: mi agradecimiento también para tu no parejas ¡Gracias no pareja de Zaffe! el viaje ha sido grato y nos hemos divertido de lo lindo, para el próximo esperemos...no nos intenten cambiar por nada...jejeje
Bicos
Hola Zafferano!! Como va la vida?
Ante todo Feliz día de la Mujer!!
Estuve un poco perdida pero ya me voy integrando!!
Estuve ojeando rapidito, en otro momento leeré todo más tranquila o mejor dicho con más tiempo!!
Maravilloso como cuentas todo!!
Impecable!!
Un beso!! Silvia
P.D. Tengo bastante para leer!!!!
Hola Zaffer. Siento que te perdieras la fiesta, te buscamos pero no te encontramos. La próxima intentaremos avisar con antelación. Un beso
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